Fantasia de Discoteca

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Estuvimos pensando en algo que se saliera un poco de lo normal y que fuera factible de realizar. Después de imaginarnos miles de situaciones, decidimos que se hiciera la borracha en una discoteca y que se expusiera a la vistas de la gente. Haber que pasaba.

Para realizar nuestra fantasía, Carmen se vistió con una falda corta y sin nada debajo. Arriba una camiseta de manga sisa, de la que casi se le salían las tetas por los lados. Os recuerdo que tiene una 105 de pecho. Eso si un pecho. ¿Pecho?, que coño pecho, ¡TETAS! a eso no se le puede llamar de otra manera, unas tetas para mí entender tremendamente provocadoras y excitantes.

Entramos en la discoteca por separado para no cortar a los posibles candidatos o candidatas. Carmen se fue a la barra y se pidió una copa mientras que se exhibía a los ojos de los hombres que tenía cerca.

Yo sentado cerca de ella, observaba como iba calentando al personal. Se había tomado ya dos cubatas y se la notaba un poco alegre, hablaba con un chico de unos 25 años, y no paraba de restregarle las tetas por el brazo. Yo observaba como el se tocaba el paquete de vez en cuando.


Carmen los espantaba al poco de estar con ellos diciendo que estaba esperando a su marido. Y para eso, les enseñaba una foto como para presumir. Una foto que habíamos cogido de un cachas en internet. Nada más verla, tardaban poco en salir pitando no fueran a tropezarse con el tío de la foto.

Carmen haciéndose un poco la borracha, cogió el cubata y se dirigió a unos sillones que estaban en un rincón. Seguían aproximándose moscones, pero ella los ahuyentaba haciéndose un poco la enfadada, diciendo que si no podían ver a una mujer sola sin tener que ir a molestar.

Uno le dijo.

* Si no quieres que te molesten no vengas sola, y no te vistas como una puta, so guarra.

Carmen le contesto poniendo el dedo índice para arriba, a la vez que como sin querer, abría las piernas dejándole ver su sexo completamente desnudo.

La dejaron sola pero no se alejaron demasiado. No quitaban los ojos de las exhibiciones que Carmen les brindaba de vez en cuando, haciéndose cada vez más la borracha.

Carmen se reclino en el sillón, y echando la cabeza hacia atrás cerró los ojos. El vaso que sostenía en la mano no tardo en caer al suelo mojando sus pies, ella meneo los pies como en un acto reflejo quedándose con las piernas abiertas, mostrando su coño a cualquiera que pasara por ahí. Pero solamente lo veíamos los que estábamos atentos a ella, era una zona un poco escondida.

El chico que la había llamado puta se aproximo despacio y se sentó a su lado. La toco en el brazo y viendo que ella no mostraba signos de enterarse de nada, dada su supuesta borrachera, se animo y puso una mano encima la teta. Delicadamente al principio y masajeándola con descaro al no ver ninguna reacción. Se dio cuenta de que yo miraba desde las proximidades, pero no se inmuto y siguió con lo que estaba haciendo, aparto un poco la camiseta y le saco la teta por el lado y puso sus labios en el pezón. Lo succionaba y pasaba la lengua, su otra mano fue a meterse debajo de su corta falda explorando con los dedos su coño. Se aproximaron otros dos chicos que estaban mirando a mi lado...

Uno de ellos dijo.

- Tío, ¿nos la follamos?, esta tan borracha que seguro que ni se da cuenta.

Vale, contesto el que estaba metiéndole mano a Carmen.

* Poneos delante para que no se vea, y después os la folláis vosotros.

Eso hizo, por lo que yo tuve que cambiar de posición acercándome al grupo como un mirón más.

* Me dejáis participar.
* Ok, pero ponte a la cola. Y Tapa que no se vea, si no se va a unir toda la discoteca a follarse a esta puta.

Diciendo esto se arrodillo a los pies de Carmen, separo las piernas y le escupió en el coño a la vez que lo extendía con la mano. Después dirigiendo su pene a la entrada se la inserto de golpe.

Carmen ni se inmuto, siguió haciéndose la dormida mientras el tío se la follaba con ímpetu. Los otros dos le metían mano por donde podían, le sobaban las tetas y el culo mientras que la poya no paraba de entrar y salir de su coño.

Al poco, entre convulsiones, el que la follaba se corrió dentro de ella. Se levanto escurriendo semen de la poya.

Follarla bien a la puta esta, que se entere que no puede ir por ahí provocando a los tíos.

Otro arrodillándose se coloco en medio de sus piernas y volvió a ensartarla, mientras que los otros y yo seguíamos metiéndole mano. Yo sobaba su y la poya que entraba y salía cada vez mas mojada de los jugos de ella y de los restos de semen.

Al cabo de rato se la habían follado los tres y de su coño escurrían chorros de esperma que caían al suelo.

* ¿Que, tú no quieres follártela?

Y como si de uno más se tratara, me arrodille y metí mi poya en su coño completamente lubricado con el resto de las eyaculaciones de los otros.

La follaba delante de ellos, con las manos me apodere de sus tetas y sacándolas completamente al aire las mamaba y les mordía los pezones. Cuando note que me venía el orgasmo se la saque y me corrí en sus tetas y cara.

Me levante y recomponiéndome la ropa me retire a mi sitio del principio, los otros imitándome se fueron alejando, dejando a Carmen despatarrada y con su coño abierto, rezumando semen.

Cuando desaparecieron, me acerque a Carmen y le dije que ya podía dejar de hacerse la dormida.


Joder, menos mal, no veas los esfuerzo que he tenido que hacer para disimular mis orgasmos. Me corrido con cada uno de ellos, y contigo mas al sentir que me tratabas como si realmente fuese una desconocida.

Carmen se levanto bajándose la corta falda a la vez que se limpiaba los chorros de semen que resbalaban por sus piernas. Brotaban del coño completamente lleno a rebosar.


Salimos de la discoteca separados y nos fuimos a casa, donde volvimos a follar como posesos recordándolo.

Portaros mal y visitar a nuestros amigos de Puritanas

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